Había que transformar una habitación infantil en una para una adolescente. Tenía claro que, como siempre, quería incorporar ciertas piezas vintage que contaran historias.
LUGAR: MADRID, BARIO EL VISO
Empecé buscando la cama de anticuario, de madera con una marquetería muy delicada. Más tarde, encontré la mesa de escritorio que es de cocina francesa años 50 con dos cajones.
Dibujé yo misma el almendro en flor ya que la cama necesitaba estar arropada de alguna manera y el techo abuhardillado complicaba la configuración.
Con el azul profundo se consigue una división visual entre el día y la noche. La energía del estudio y las manualidades y la calma del sueño y el relax. La moqueta en tono beige unifica todo el espacio y lo hace aún más confortable.